
Si estás pensando en armar tu propio PC, una de las decisiones más importantes que tendrás que tomar es qué tarjeta madre o motherboard vas a utilizar. La tarjeta madre es el componente que conecta e interrelaciona todos los demás elementos del sistema, como el procesador, la memoria RAM, el disco duro, la tarjeta gráfica y los periféricos. Por eso, elegir una buena tarjeta madre puede marcar la diferencia entre tener un PC potente, estable y con posibilidades de expansión o uno limitado, inestable y obsoleto.
Pero ¿cómo saber qué mainboard es la más adecuada para tu PC? Hay muchos factores que debes tener en cuenta a la hora de escoger una «mobo», pero los más importantes son los siguientes:
1. El socket o zócalo
Es el lugar donde se inserta el procesador en la tarjeta madre. Cada tipo de procesador tiene un socket específico que determina su compatibilidad con las distintas tarjetas madres. Por ejemplo, si quieres usar un procesador Intel Core de décima generación (Comet Lake), necesitarás una tarjeta madre con socket LGA 1200, mientras que si quieres usar un procesador AMD Ryzen 5000 (Vermeer), necesitarás una tarjeta madre con socket AM4. Por lo tanto, lo primero que debes hacer es decidir qué procesador vas a usar y buscar una tarjeta madre que tenga el mismo socket.
2. El chipset

Es el conjunto de circuitos integrados que controlan las funciones básicas de la tarjeta madre y comunican el procesador con los demás componentes. Cada socket tiene varios chipsets disponibles que ofrecen diferentes prestaciones y características. Por ejemplo, para el socket LGA 1700 hay chipsets como el H610 (gama baja), el B660 o el H670 (gama media) y el Z690 (gama alta), mientras que para el socket AM4 hay chipsets como el A520 (gama baja), el B550 (gama media) y el X570 (gama alta). El chipset influye en aspectos como la cantidad, velocidad y canales de las ranuras para memoria RAM, las ranuras para unidades de almacenamiento (SATA o M.2), las ranuras para tarjetas de expansión (PCIe), los puertos USB o la capacidad de hacer overclock al procesador y las memorias RAM. Por lo tanto, debes elegir un chipset acorde al nivel de rendimiento y funcionalidad que buscas en tu PC.
Computadora doméstica, para oficina o negocio
H610 (100-150 dólares). Una tarjeta madre con este chipset es considerada de gama baja. Es suficiente para armar una computadora para punto de venta u oficina. Generalmente en este tipo de mainboards tendrás dos ranuras RAM en dual channel con hasta 64 GB de capacidad, DDR4 de hasta 3200 MHZ, a veces incluso con soporte XMP, aunque Intel dice no soportarse en este chipset.Tendrás también uno o dos slots NVME para almacenamiento de alta velocidad PCI 3.0 como máximo. Querrás usar esta mainboard con un CPU Intel core i3 o core i5 como máximo (modelos no K).
Gaming y uso intensivo de PC (varios periféricos de entrada y salida)
H670 o B660 (150-250 dólares aproximadamente). Como regla general, cualquier mainboard con uno de estos chipsets está bien para emparejarla con un core i5 o core i7 como mucho (modelos no K). A igual calidad o gama, un mainboard H670 ofrece más prestaciones que una B660 si observamos las especificaciones de estos chipsets, así que a igual precio convendría la primera opción.
Overclock de CPU
Z690 (250 dólares en adelante). La principal diferencia y quizá la razón más poderosa por la que querrás comprar una mainboard Z690 es porque permite hacer overclock a un CPU modelo K de Intel. Además, debido a que en estas mainboards es típico ver especificaciones técnicas como VRM de 10+1, 14+1, 16+1 y hasta 24+1 (caso extremo para aguantar corrientes de alto amperaje para overclock extremo del CPU, cuyo costo puede alcanzar los 700 dólares), estas placas base están diseñadas para aguantar cualquier procesador Intel K core i7 o core i9.
3. El formato

Es el tamaño y forma de la tarjeta madre. Hay varios formatos disponibles, pero los más comunes son ATX (305 x 244 mm), Micro-ATX (244 x 244 mm) y Mini-ITX (170 x 170 mm). El formato determina la cantidad de componentes que puedes instalar en la tarjeta madre y también el tamaño del gabinete o caja donde vas a alojarla. Por lo general, cuanto más grande sea el formato más opciones tendrás de expansión y mejor será la refrigeración del sistema. Sin embargo, también ocupará más espacio físico y tendrá un mayor costo. Por lo tanto, debes elegir un formato acorde al espacio disponible y al presupuesto que tengas.
A la hora de comprar siempre revisa el modelo de la mainboard. Por ejemplo, si el chipset es B660, el modelo de la placa base ATX siempre terminará en B660, el tamaño Micro-ATX será B660M y el formato Mini-ITX será B660I. Es decir la letra al final del modelo del chipset determina qué formato es. En muchos casos, superficialmente solo se puede diferenciar de esa manera entre tamaños. Ni siquiera los propios fabricantes especifican en ninguna parte de la caja o empaquetado que son Micro-ATX o Mini-ITX, lo que puede ser aprovechado por vendedores inescrupulosos para engañar a compradores novatos.
4. Otros factores a considerar
Estos son los tres factores principales que debes considerar a la hora de elegir una tarjeta madre para armar tu PC. Sin embargo, también hay otros aspectos secundarios pero no menos importantes que pueden influir en tu decisión final:
La calidad
No todas las marcas ni todos los modelos ofrecen la misma calidad en sus componentes ni en su diseño. Una buena calidad se refleja en aspectos como la durabilidad, la estabilidad, la eficiencia energética, la protección contra sobrecalentamiento o cortocircuitos, el soporte técnico o las actualizaciones del firmware. Por lo tanto, debes informarte bien sobre las opiniones y experiencias de otros usuarios.
Para un mismo chipset puede haber distintas calidades o «gamas» de placas base
El chipset no determina la CALIDAD de una mainboard. Dejando de lado los números, limitaciones técnicas o datos oficiales de cada chipset, una mainboard Z690 NO necesariamente es de mejor calidad general que una B660. Con un CPU Core i9 12900K SIN overclock, una mainboard Z690 en la gama de entrada como la ASRock Z690 Phanton Gaming 4 luce mal en comparación con una mainboard de gama media B660 como la MSI MAG B660m Mortar DDR4, de acuerdo a esta comparativa de calor y rendimiento en el programa de estrés Cinebench 23. En otras palabras, una mainboard de baja calidad, aunque tenga un chipset de gama superior, puede mermar el rendimiento del CPU y del sistema en general.
Qué debes evitar?
Cuando compras una placa base, siempre debes pensar acorde al CPU que le vas a poner. Por ejemplo, una mainboard como la ASUS H610m-e D4 con 8 fases VRM y sin ningún tipo de enfriamiento para ellas, podría calentarse demasiado con un CPU de gama alta como un core i7 o i9. Esto haría que limite el suministro de energía y en consecuencia el CPU no alcance su rendimiento esperado como se ve en este video. Una combinación así puede funcionar, pero no de forma óptima.
Por otro lado, comprar una mainboard Z690 para ponerle un CPU Intel Core i5 12400 sería desperdiciar dinero en esa placa base.
Marcas recomendadas
En cuanto a mainboards hay nombres muy respetables como ASUS, Gigabyte o MSI. Sin embargo, siempre debes tener en cuenta que todas las marcas, por más populares o famosas que sean, tienen buenos productos y otros «no tan buenos» o que «rinden» menos que la competencia a iguales precios. Por eso, sea cual sea el modelo que estés pensando en comprar, siempre debes hacer una pequeña investigación sobre el modelo que tengas definido. A nivel general, es conocido que ASUS tiene la mejor interfaz de usuario o BIOS en una mainboard, Gigabyte un poco detrás en ese aspecto. Para GamersNexus Biostar ha tenido una «calidad cuestionable históricamente».
Otros mainboards
Las mainboards «Business» son las placas base con PCB de color verde quizá más baratas que existen, con todo lo básico y con soporte para tecnologías antiguas. Por ejemplo, la ASUS Pro B660M-C D4 (probablemente bien para un core i5 12600 o cualquier otro inferior), trae puertos PS/2 y D-Sub. Existen también mainboards para ciertos usos específicos, como la ASUS ProArt B660-Creator D4, hecha para «creadores de contenido», aunque al parecer ésta no tiene mayor diferencia más que un módulo de cancelación de ruido para comunicaciones online «clara».
Ahorra dinero en la placa base
A veces se puede invertir más dinero del necesario en la placa base, por especificaciones que no tienen mucho sentido. Por ejemplo, al momento de escribir este artículo, la tecnología DDR5 o PCI Express 5.0 están en pañales, es decir, no existe beneficio palpable al usarlas. Tarjetas PCI Express 5.0 ni siquiera existen, así que comprar una tarjeta madre con tecnología DDR4 o PCIE 4.0 podría ahorrarte dinero, que podrías invertir en otro aspecto del PC más importante y aprovechable.