Una «Crashed App» es un término muy utilizado en inglés para definir a una aplicación que ha fallado inesperadamente mientras se la ha estado usando. En español se la define como «aplicación colgada» o «congelada». En qué sistema operativo sucede más seguido este problema: Android o iOS? Dónde dejan de funcionar o se detienen con más frecuencia y de forma súbita o sin previo aviso las aplicaciones?
Ya con anterioridad, Crittercism, un sitio web que hacía monitoreo del uso de aplicaciones en más de mil millones de dispositivos Android e iOS reportó que las aplicaciones fallan más en iOS. Es decir se cuelgan, se congelan o dejan de funcionar con mayor frecuencia en iPhone y iPad que en dispositivos Android. Los datos con precisión fueron plasmados en la infografía a continuación.
Poco después, Blancco Technology Group también reportó que «las aplicaciones se detienen casi tres veces más en iPhones que en dispositivos Android«. Concretamente informó que en el 65% de dispositivos iOS las apps se detenían o cerraban inesperadamente, en comparación con el 25% de dispositivos Android que tenían ese mismo problema.
En ese entonces (2016), según BTG, entre las apps más inestables en iOS estaban Pokemon Go y Facebook Messenger, que se congelaban el 5% del tiempo, e Instagram y Snapchat con el 14% y 12% respectivamente. Sin embargo, también reportó que algunas apps en Android tenían problemas más serios, como la app IMS Service que se detenía inesperadamente un 32%. La agenda de contactos era menos problemática, con el 12% de cuelgues.
Según BTG, una de las razones para que iOS sea más inestable para las apps es la frecuencia con la que Apple actualiza este sistema operativo, resaltando el incremento en los cuelgues de las aplicaciones tras cada actualización mayor de iOS. Aquí habría que agregar que Apple también ofrece más años de actualizaciones para sus dispositivos que lo que ofrecen los fabricantes de Android.
AppleInsider indica que al parecer puede haber una clara correlación entre las actualizaciones del sistema de iOS y los cuelgues de aplicaciones. La misma web también manifiesta que debido al pobre soporte de actualizaciones de Android, los desarrolladores tienen que mantenerse funcionando en versiones antiguas del sistema, teniendo menos presión para hacer cambios a sus aplicaciones. En otras palabras, lo bueno de tener frecuentes y extendidas actualizaciones en iOS también se convierte en un punto flaco para la estabilidad de las apps, la antítesis de lo que sucede en Android.